Sevilla en las cantigas del rey D.Alfonso X

Voy a relataros tres milagros ocurridos en la Sevilla del siglo XIII, tres milagros que contaron las cantigas del rey D. Alfonso X, y ligados íntimamente a su regia persona.

"El anillo del infante D. Manuel"
Cuenta la cantiga, que estando el infante D. Juan Manuel en Sevilla, decidió su hermano el rey D. Alfonso, mandarle un anillo de oro con ricas piedras como regalo. Mando el rey sabio desde el alcázar a uno de sus vasallos para que le entregará el presente a su hermano alojado en un palacio a las afuera de la ciudad , y este por el camino perdió el mismo, encomendándose a la virgen, deshizo el camino de vuelta, y cuando ya se veía perdido, se encontró con un desconocido que le entrego el anillo que había encontrado caído en el suelo, dándole gracias a la virgen, entrego el regalo del rey salvándose así de la desgracia.

"Las reliquias de Santa María"
Saliendo el rey D. Alfonso de la ciudad de Sevilla en viaje para Burgos por una larga temporada, mando guardar todos sus bienes para preservarlos, hasta su vuelta a la residencia real en el Alcázar Sevillano.
Cuando regreso después de una larga temporada lejos de Sevilla, hallo que casi todas sus pertenecías se encontraban en un estado deplorable, bien destruidas, o seriamente dañadas, a excepción de las santas reliquias en honor a la virgen que él siempre había amado más entre todas sus pertenencias, mando entonces guarnecer estas en un tríptico de plata, y dio gracias a la virgen por este hecho milagroso. (Hoy en día podemos observar aun dichas reliquias conservadas en el tesoro de nuestra santa catedral)

"El anillo del rey D. Fernando"
Estando durmiendo en su casa el orfebre que labro el santo sepulcro del rey D. Fernando en la mezquita catedral de Sevilla, se le apareció la regia figura de D, Fernando en sueños, y mando le ir hacia la mezquita catedral y quitar el anillo de oro con una rica piedra que tenía en su dedo, y ponérselo a la figura de la virgen que sobre él estaba en la capilla real. Cumplió los deseos regios el sorprendido orfebre, y al entrar en la capilla real, topo se con el sacristán que la guardaba, contándole el hecho, ambos sacaron el anillo de la mano del rey y lo colocaron en la mano de la figura de la virgen Santa María, quedando ambos perplejos por la facilidad que el anillo se coloco en la mano de la figura de la madre de Dios, luego ambos se dirigieron al Alcázar, y contaron lo sucedido al rey D. Alfonso y al Arzobispo D. Raimundo, juntos dieron gracias a la virgen por lo sucedido.
(La talla original de la virgen, aún puede contemplarse en la capilla real de la catedral hispalense, desgraciadamente la figura original del siglo XIII a tamaño real del rey D. Fernando III, su hijo D. Alfonso X, y de la reina doña Beatriz de Suabia, se han perdido para siempre, aunque aún se conserva momificado el cuerpo del santo rey, y los restos parcialmente momificados de su hijo D. Alfonso, y su esposa Doña Beatriz de Suabia.
Su anillo personal, fue enviado al rey Carlos III cuando se abrió su sepulcro por segunda vez, retirándoseles todas sus ropas originales que se repartieron los asistentes como reliquias. Aún se conservan restos del manto regio original, y el dedo roto y desprendido en la sacristía de la capilla, dedo que poseía el anillo personal hoy en paradero desconocido.)