Corría el año 75 a.n.e. Las tropas de Pompeyo el grande irrumpen en la ciudad de Valentia tras derrotar al ejército de Sertorio capitaneados por Pèrenna y Herennio, lo que les espera a algunos de los soldados derrotados y refugiados en la ciudad será un auténtico infierno.
Los cuerpos de catorce de estos soldados serán hallados por los arqueólogos en un dantesco escenario que sirvió como escarnio para la población que dio cobijo a los sublevados, después de este cruel y brutal escarmiento, Valentia sería reducida a cenizas, el general Pompeyo había impuesto a los traidores la implacable ley de Roma.
En las excavaciones realizadas en la almoina de la ciudad de Valencia en 1987, aparecerían siete individuos jóvenes adultos de complexión fuerte que fueron salvajemente torturados y mutilados en la vía pública frente a unas tabernae cerca del foro de la ciudad romana de época republicana.
El profesor Fernando Quesada nos describe algunas de las torturas recibidas antes de morir de cuatro de estos individuos que aquí pasamos a transcribir:
-Primer individuo: Amarrado con una cuerda al cuello que fijaba sus manos a la espalda y boca abajo, fue empalado con un pilum desde el ano al hombro, cuya punta todavía aparecía inserta entre los huesos, su pierna derecha le fue también cortada.
-Segundo individuo: Joven de 20 años le fue amputada también la pierna derecha, junto a él un escudo.
-Tercer individuo: Entre 15 a 20 años, tendido al lado de un pilum, apareció totalmente desmembrado.
-Cuarto individuo: Adulto con la mandíbula amputada por un podón, apareció maniatado.
En 2002 nuevas excavaciones sacarán a la luz otros siete cuerpos, estos aparecieron en pleno foro, Llorenç Alapont Martín nos describe las torturas de dos de estos individuos:
Individuo (U.E.10973) Masculino, 19 a 23 años de complexión robusta, ambos fémures amputados, la cabeza apareció entre las piernas y separadas del cuerpo, presentaba espondilólisis.
Individuo (U.E. 10970) Masculino, 21 a 25 años robusto, amputaciones en el antebrazo derecho con un corte, y en el brazo izquierdo presentaba dos cortes.
Las piernas amputadas a mitad de los fémures, no consiguieron cortarlas a espada y les fueron arrancadas para separarlas, también presentaba espondilólisis, así como una marca alrededor de su cráneo que pudo significar que llevó puesto en el momento de su muerte un casco, esta marca quedaría impresa después del incendio por la acción del fuego sobre el cuerpo.
Según cree Llorenç Alapont, se trataría posiblemente de dos miembros del ecuestre copiae, ya que la espondilólisis o traumatismo en la zona lumbar, es típica de los individuos relacionados con la montura a caballo.
Quesada Sanz nos habla de la posibilidad de que los siete individuos que el estudio, perteneciesen a indígenas romanizados (auxiliares hispanos) ya que gran parte del armamento que apareció junto a los cuerpos lo formaban pilum ligeros y podones ibéricos, lo que vendría a demostrar esta teoría según él.
La romanización en gran medida se llevó a cabo a base de una crueldad extrema en los casos de resistencia, resistencia al nuevo poder de roma que descubrimos fue más frecuente de lo que se venía creyendo en el caso de Hispania.
Individuo (U.E.10973)
Detalle del corte sobre la mitad del fémur izquierdo.
Detalle del antebrazo con dos cortes, el superior seccionó limpiamente el ante brazo.
Detalle de la marca dejado por el posible casco en el cráneo del individuo (U.E.10973)
Individuo (U.E.10973)
Detalle del impacto en punta en el cráneo de otro de los soldados.