La excavación arqueológica de una fosa común del siglo XIV ha puesto al descubierto un conjunto de esqueletos que evidencian una deposición mortuoria coetánea, cuyo análisis pudiera documentar un pogrom antijudío como consecuencia de las convulciones sociales acaecidas durante la fatídica peste negra.
La ciudad de Valencia no dejó de estar sometida a cíclicos embates pestíferos que configuran según el historiador R. Narbona, una coyuntura epidémica entre los años 1348-1401, con claras imbricaciones con el fenómeno de la violencia urbana bajomedieval.
El hallazgo -metodológicamente controlado- en 1994 de uan fosa común de contorno irregular (3 x 2,7 x 0,55 m.) excavada en el terreno en la base de la secuencia estratigráfica del cementerio judío de Valencia (Fossar dels Juheus) ha venido a documentar físicamente la evidencia de alguno de estos mortíferos episodios.
Los esqueletos recuperados en la citada fosa están completos y en perfecta conexión anatómica, a exepción de los recuperados en la parte superor dela misma. Por otra parte, determinadas posturas denotan, por la disposición de las extremidades superiores (brazos hacia arriba) e inferiores (piernas extendidas y abiertas) de algunos de ellos, que fueron necesarias al menos dos personas para arrojarlos al interior dela tumba colectiva, asimismo, cabe reseñar que ciertos individuos tenían las manos juntas y otros los pies juntos, lo que nos sugiere en estos casos la posibilidad de que estuvieran atados.
La posición de las extremidades superiores e inferiores, así como las posturas atípicas que presentan en general los esqueletos, denotan una ausencia de mortaja, a pesar de no haberse recuperado en su excavación elementos que pudieran pertenecer a las vestimentas.
Dentro del apartado de las patologías y como capítulo especialmente imoportante, tenemos que subrayar la presencia de abundantes lesiones traumáticas de carácter intencionado en un alto porcentaje de los individuos, podemos afirmar que la gran cantidad de lesiones múltiples apuntan al hecho de que son agresiones de carácter intencionado que se realizaron con gran agresividad y ensañamiento hacia gentes pertenecientes, con toda probabilidad, a la aljama Judía, y ello sobre la base de la similitud de sus parámetros antropológicos con los de la comunidad inhumada posteriormente en el Fosser dels Juheus.
El resultado son heridas muy profundas realizadas sobre todo en el cráneo y, en menor medida en las extremidades, en su mayoría múltiples, cuya evolución en los individuos fue la muerte inmediata.
El mecanismo de acción fue un objeto cortante, presumiblemente una espada, cuyo ancho de hoja podría tener entre unos (4-5mm) a partir de las huellas dejadas sobre todo en el cráneo.
Todos los cortes se realizaron con una trayectoria de arriba-abajo, con lo cual sospechamos que, en este temible pogrom, o bien los agresores ejecutaron la mayoría de las lesioens desde lo alto de caballerías, o bien mantuvieron agachadas a sus víctimas.
No debe olvidarse que en las mismas fechas se desarrolla el conflicto político-militar de la Unión, que enfrentó al Consell municipal con el rey Pedro IV el Ceremonioso, y que los judíos, organizados en sus aljamas, no eran considerados sino como "cosa" propia del monarca, convirtiéndose de hecho en objetivos potenciales de los unionistas Valencianos, interpretación avalada históricamente por el asalto a la Judería de Sangunto en el curso de esta lucha.
(Revista arqueología. nº 206)
Para mejor identificación de las formas anatómicas de los cuerpos depositados en la fosa, estos fueron contorneados con hilos de diferentes colores:
Para corroborar mejor estos hechos, exponemos una imagen extraída de las cantigas de Santa María, donde es representado con todo realismo un pogrom anti judío, obsérvese como la mayoría de las ejecuciones son realizadas a individuos que están arrodillados o tumbados, y como los golpes son efectuados con espadas cortas o grandes cuchillos machetes sobre las extremidades superiores, o sobre todo en el cráneo: