La Maza fue un arma contundente usada sobre todo por los caballeros y soldados villanos, los caballeros nobles la consideraban un arma infame y baja, y como tal en el siglo XIII fue prohibida en los torneos. Se cree que deriva del primitivo bâton, bastón con cabeza engrosada y pesada que se venía usando ya desde la edad del bronce. La maza en el siglo XIII aparece con la cabeza tanto en bronce como en hierro, y adopta la forma de un tubo con aletas o costillas afiladas que le permitía además de fracturar huesos y reventar mallas producir hondas heridas mortales semejantes a las de un hacha. En un principio se llegó a usar una modalidad de maza con cabeza esférica sembrada de puas, pero el peligro que entrañaba para el propio dueño más lo dificil de extraer muchas veces tras clavarla en el enemigo, hizo que la cabeza tubular con costillas afiladas se impusiese definitivamente como diseño, permitiendo golpear al adversario y sacar la maza sin dificultad y con suma rapidez.
Estas costillas o aletas fueron evolucionando con el tiempo, aumentando en tamaño y forma, mostrando ya en el siglo XV una forma más apuntada y decorada, esto le permitía además de cortar y machacar atravesar las chapas metálicas gracias a su nuevo diseño más apuntado de sus aletas, ahora además se mostrarán con un cuerpo totalmente de metal, proporcionándole más peso y contundencia.
Los reyes crearon un cuerpo especial de guardia personal armados con mazas y denominados maceros reales, armas que siempre estaban en mano listas para ser usadas y capaces de derribar incluso al homicida más blindado, ejemplos de éstos maceros en el siglo XIII lo tenemos en las cantigas de Santa María, donde son representados guardando las espaldas del mismo rey D. Alfonso en su palacio de Murcia.
Otro claro ejemplo lo tenemos en pleno siglo XIV, cuando el rey Pedro I mandó matar en el propio alcazár Sevillano a su hermano el maestre de la orden Santiaguista D. Fadrique, que tras huir herido por una ventana a uno de los patios buscando la salida, fue alcanzado por sus maceros reales y rematado en la cabeza de un mazazo.
Maceros reales en las cantigas S-XIII
Caballero villano con maza en las cantigas S-XIII.
Soldado con maza primitiva ó bâton S-XIII.
Diversas mazas S-XIV-XV.