Queremos abrir ésta nueva etapa de recreación histórica, empezando por explicar muy resumidamente cual es actualmente la visión global que se tiene de la que denominamos en general cultura Ibérica y a la cual perteneció ese grupo social de individuos capaces de portar una panoplia militar que por su morfología tan característica y variada hoy en día se reconoce como propiamente del guerrero Ibérico.
Con el nombre de iberos nos referimos a un conjunto de pueblos que habitaron casi toda la península ibérica en la antigüedad. Se distribuyeron por la fachada mediterránea, por el sur y el centro peninsular, así como por el Languedoc francés. Miran al gran espacio cultural que fue el Mediterráneo antiguo. Su tiempo abarca desde los siglos VI al I a. n. e., hasta que Roma ocupa, tras la Segunda guerra Púnica, su territorio, e impone poco a poco, una realidad sociopolítica nueva.
Esto no quiere decir que esta gran área geográfica estuviese bajo un único poder político, por el contrario, las sociedades políticas ibéricas son un mosaico de entidades políticas con rasgos culturales comunes, al mismo tiempo que propios, regionales y locales. El término ibérico acoge y engloba esta enorme diversidad. Para empezar, los escritores antiguos se referían a ellos con nombres diferentes, como oretanos, contestanos, bastetanos, indiketes, edetanos, turdetanos, etc. Estos pueblos compartían una lengua, que hoy denominamos ibéricas.
Imágenes de los iberos- Susana González Reyero, Carmen Rueda Galán. CSIC.