Bienvenidos al castra

Mi nombre es Marcus Messius Rusticus, soldado de la legión Quinta. Os diré que ésta legión en la cual tuve el honor de servir derramó su sangre en Tapsos,  Munda y  Filipos, en el frente Astur y en los limes del Rhin entre otros muchos lugares. Tuvimos el privilegio de ser comandados por Gn. Pompeyo el grande, Por Cayo Julio César, cuyo lucero brillará eternamente en los cielos, y por su hijo el divino Octavio Augusto. En algún momento tomamos el apodo de la Alaudae de nuestros hermanos galos que sirvieron  con nuestro amado César en las Galias, y si bien es verdad que la vergüenza cayó bajo nuestras cabezas al perder el águila sagrada en Germania, con creces nos ganamos la gloria eterna al dejar su vida hasta el último hombre en la infernal Dacia.
La Quinta fue mi verdadera casa, allí crecí, me hice hombre y encontré mi final, y si los dioses son justos, me concederán el honor de cenar todas las noches en el Hades junto a mis hermanos de la Quinta.

Aquí bajo la protección del genius castrorum hablaremos de nuestras armas, de nuestros entrenamientos, del ejército Romano en general y la legión V en particular, y si algún día Marte te concede a ti también el suficiente valor, en nuestras filas habrá un lugar para que marches junto a nosotros o mueras con nosotros ¡¡Que Júpiter Óptimo Máximo nos conceda la victoria y la gloria eterna!!